El otro día, durante mis lecturas habituales sobre temas de maternidad y crianza, me tropecé con este increíble artículo sobre paternidad, contacto piel con piel, respeto y amor escrito por Dan Pearce, del nuevo blog Single Dad Laughing. Mil gracias a Ana Isabel Chinchilla por traducirlo para Amor Maternal. Sin más preámbulos:
Acabas de destrozar a tu hijo. Enhorabuena.
Papás: dejad de destrozar a vuestros hijos. Por favor.
Siento la necesidad de escribir esta publicación después de lo que he visto en los almacenes Costco hoy. Disculpad que sea otra publicación escrita desde la rabia y la desesperación. Por favor, leedla entera; sé que es larga, pero esto debemos decirlo. Debemos escucharlo. Debemos compartirlo.
Noah y yo estábamos haciendo cola para hacer una devolución y vi cómo un niño pequeño (no tendría más de seis años) miraba a su papá y le pedía con mucha timidez si podían comprar un helado cuando terminaran. El padre le echó una mirada fulminante y le gruñó entre dientes que “le dejara en paz y se estuviera callado”. El niño rápidamente se encogió contra la pared y se quedó inmóvil y dolido un rato.
La cola avanzó lentamente y el niño acabó por arrastrar los pies hasta su padre, tarareando una melodía infantil, como si hubiera olvidado la rabia que su padre le había mostrado. El padre se volvió de nuevo y le riñó por hacer demasiado ruido. El niño de nuevo reculó y se encogió contra la pared, marchito.
Me sentí alterado, confunso. ¿Cómo no veía este hombre lo mismo que yo? ¿Cómo no veía el alma tan bella que se ocultaba bajo su sombra? ¿Cómo podía apagar así sin más toda la felicidad de su propio hijo? ¿Cómo este hombre no apreciaba la única época en la que podía serlo todo para este niño, de ser la persona que más le importa a este niño?
Estábamos los terceros ya, y el niño empezó a acercarse de nuevo a su papá. Su padre de inmediato se salió de la cola, apretó los dedos contra las clavículas de su hijo hasta que éste hizo una mueca de dolor, y le amenazó con un “si haces el más mínimo ruido o te apartas de la pared otra vez, te prometo que te la ganas cuando lleguemos a casa”. El niño de nuevo se encogió contra la pared. Esta vez no se movió, no hizo ningún ruido. Su preciosa carita se inclinaba hacia abajo, mirando el suelo fijamente y sin expresión. Estaba destrozado, y eso era lo que su padre quería. No quería ocuparse de él, y destrozarlo era la opción más fácil.
Y nos preguntamos por qué tantos niños se echan a perder cuando crecen.
Voy a ser directo: la gente ve la relación que tengo con Noah y muchas veces me pone en un pedestal o canta mis alabanzas por quererle más de lo que la mayoría de los padres quiere a sus hijos.
¡Ostras, pues no lo entiendo, y nunca lo entenderé! Querer a mi hijo, ayudarlo a crecer, tocarlo, jugar con él, estar con él... no son tareas sólo para súper papás. Son tareas que todos los papás deberían realizar. Siempre. Sin fallar. No tengo nada de especial: soy un papá que ama a su hijo y que haría literalmente cualquier cosa por su bienestar, su seguridad y su salud. Antes me clavaría un rastrillo en la cara o me apisonaría los pies que limitar a mi hijo o hacerle sentirse poca cosa.
[suspiro] Estoy lejos de ser un papá perfecto, y siempre lo estaré, pero soy un papá genial y mi hijo siempre estará por encima de lo que la vida quiera echarle encima. ¿Por qué? Porque yo lo comprendo; comprendo el poder que tiene un padre sobre la vida de su hijo, y sobre su capacidad de confiar en sí mismo. Comprendo que todo lo que hago y digo a mi hijo él lo asimilará para bien o para mal. Lo que no comprendo es que haya padres que no lo entiendan.
Papás: ¿se os ilumina la cara cuando veis a vuestro hijo por la mañana o cuando volvéis de trabajar? ¿no entendéis que toda la autoestima de un niño puede estar relacionada con la cara que ve en vosotros cuando lo veis por primera vez en el día?
Papás: ¿no sois conscientes de que un niño es lo que tú le dices que es?, ¿que la gente casi siempre se convierte en lo que la etiquetan? ¿Lo que acaba de hacer tu hijo es de verdad “lo más tonto que habías visto a nadie hacer en tu vida”? ¿de verdad era “lo más estúpido que se podía hacer”? ¿de verdad crees que tu hijo es idiota? Ahora él sí lo cree. Piénsalo: ahora lo cree, porque tú lo dijiste. Bravo.
Papás: ¿sinceramente esperáis que alguien crea que no tenéis 20 minutos para apartaros de vuestro ordenador o apagar la tele para jugar con vuestro hijo? Se debe hacer todos los días. ¿No entendéis que la confianza de vuestros hijos depende por completo de si su papá juega con ellos o no y cuánto se entrega cuando juega con ellos? ¿Sabéis el daño que le hacéis a vuestros hijos por no jugar con ellos todos los días?
Papás: ¿hay que creerse esta idea ridícula de que la rabia es a veces o a menudo necesaria? ¿no comprendéis que la rabia es casi siempre una emoción que tiene la gente que quiere controlar a los demás pero que al mismo tiempo no se puede controlar a sí misma?, ¿no sabíais que hay libros y cursos estupendos que te enseñan métodos mejores? Y lo más importante: ¿no veis lo rápido que un niño se queda destrozado o se vuelve desafiante cuando la rabia lleva el mando? ¿Estáis tan insensibilizados a la luz del alma de vuestros hijos que no os destroza a vosotros que se estremezcan o se encojan en vuestra presencia? ¿De verdad es eso lo que queréis que hagan vuestros hijos? ¿Temeros?
Papás: ¿no os dais cuenta de vuestros hijos necesitan sentir vuestra piel contra la suya? ¿No os dais cuenta del vínculo increíble y poderoso que os proporcionará el contacto piel con piel con vuestra hija? ¿no comprendéis las conexiones mentales permanentes que se crean cuando acaricias la espalda desnuda de tu hijo o la barriga de tu hija mientras le lees un cuento antes de dormir? Y si algún imbécil dice que eso es inapropiado, te pegaremos una patada en la cara, primero yo y luego todos los demás buenos padres que hay por ahí. Tocar a tu hijo es tu obligación como padre.
Papás: ¡despertad! Estas valiosas almas que están a nuestro cargo son únicas y extremadamente sensibles. Todo lo que digáis o no digáis afectará a su capacidad, éxito y felicidad para toda la vida.
¿No os dais cuenta de que vuestros hijos van a cometer errores, y muchos? ¿No os dais cuenta del daño que hacéis cuando restregáis la nariz de vuestro hijo contra sus fallos o hacéis que vuestra hija se sienta despreciada por haber golpeado o derramado algo? ¿Tenéis la más remota idea de cuán fácil es hacer sentir miserables a vuestros hijos? Es tan sencillo como decir: “¿¡por qué has hecho eso!?” o “cuántas veces te he dicho...”
Permitid que os pregunte una cosa. ¿Alguna vez habéis mirado a los ojos hinchados de un padre cuyo hijo acaba de morir?
Yo sí.
¿Habéis llorado de principio a fin en el funeral de un niño?
Yo sí.
¿Habéis tocado una caja de madera con un niño dentro? ¿Una tumba permanente desde la que nunca se oirán más risitas ni carcajadas?
Yo sí.
Si quieres motivarte para ser el mejor padre o madre del mundo, haz lo anterior tan sólo una vez. Rezo para que no tengas que hacerlo nunca.
Papás. Ya es hora de que le digamos a nuestros hijos que les amamos. Constantemente. Ya es hora de que les demostremos que les amamos. Constantemente. Es hora de disfrutar de que nos hagan veinte mil preguntas al día y de que no sean capaces de hacer las cosas tan rápido como nosotros. Es hora de disfrutar de sus rarezas y sus manías. Es hora de disfrutar de sus las expresiones de sus caritas y de las palabras que pronuncian mal. Es hora de disfrutar de todo lo que hacen nuestros críos.
Es hora de plantarse y preguntarse qué podemos hacer para ser mejores papás. Es hora de establecer nuestras prioridades. Es hora de ir a casa y ser un papá de verdad.
Papás: es hora de enseñarles a nuestros hijos a tratar correctamente a una mujer. Es hora de enseñarles a nuestras hijas cómo deben ser tratadas. Es hora de mostrarles nuestra capacidad de perdonar y nuestra compasión. Es hora de enseñarles empatía a nuestros hijos. ¡Es hora de romper las reglas sociales y enseñarles un estilo de vida más positivo! Es hora de enseñar roles sexuales adecuados y dejar de lado los que no necesitamos. ¿De verdad importa tanto que a tu hijo le guste el color rosa? ¿Le hace daño a alguien así? ¿No ves el daño que le produce a un niño decirle que no es un niño normal por que le guste cierto color? ¿No vemos el daño que hacemos etiquetando a nuestras hijas como “chicazos” o a nuestros hijos como “femeninos” sólo por tener gustos y opiniones propios sobre temas que en realidad no importan tanto?
Papás: hablad a vuestros hijos con suavidad. Hablad a vuestras hijas con calma. ¿Quién queréis que sea vuestro hijo? ¿Queréis que sea ese niño que en el cole se sienta solo sin ningún amigo ni autoestima? ¿o queréis que sea el que se presenta a delegado del curso y siente que merece ganar? ¿No vemos que tenemos el poder de enseñar a nuestros hijos las herramientas de la supervivencia en sociedad?
Papás: ¿no vemos la influencia que ejercemos cuando decimos que creemos en ciertas cosas, pero nuestros hijos nos ven vivir de otra manera? ¿No vemos lo muy poco que animamos a nuestros hijos a decidir aquello en lo que creen, declarar sus creencias y vivir de acuerdo a ellas, ya sea en religión, política, deportes o normas sociales? No nos corresponde decirle a nuestros hijos lo que deben pensar; sí enseñarles a pensar correctamente. Si lo hacemos, no tendremos que temer sus decisiones y la fuerza con que las defiendan. Un hombre será fiel a sus convicciones hasta la muerte, pero sólo seguirá las convicciones de otro hombre hasta que éste se hunda en el fango.
¡Maldita sea, papás! Todos los niños tienen el derecho innato a pedir un helado sin que se les haga de menos y se les vapulee. Todos los niños tienen el derecho innato a pedirlo sin que se les haga encogerse en una esquina porque el hombre que debería ser su héroe es en realidad un hombre muy, muy pequeño. Todos los niños tienen el derecho innato a ser felices, reír, carcajearse y jugar. ¿Por qué no les dejáis hacerlo? Todos los niños del mundo tienen derecho a un padre que piense antes de hablar; un padre que comprenda el gran poder que se le ha dado para, a la larga, moldear la vida de otro ser humano; un padre que ame más a su hijo que a los programas de televisión o deportes que ve; un padre que ame a su hijo más que a sus trastos materialistas; un padre que ame a su hijo más que a su tiempo. Todos los niños merecen un súper héroe como papá.
A lo mejor es que muchos padres no se merecen a sus hijos.
A lo mejor es que muchos padres no son ni siquiera papás de verdad.
Pido disculpas por lo acalorada que es esta publicación. Creo que una parte de mí se siente cobarde por no haberle dicho algo al hombre que tenía delante en el Costco. Considerad esta publicación como mi penitencia. A lo mejor una parte de mí cree que si siquiera una persona lee esto y decide ser mejor padre, habrá merecido cada segundo que he empleado en escribirlo. Si un niño tiene una vida mejor porque mis palabras han incitado a un padre a jugar más, habrá merecido cada súplica y ruego que os hago para que compartáis esto con otras personas, de lo cual soy culpable sin remisión.
Papás: los niños son regalos. No nos corresponde destrozarlos; nos corresponde hacerlos. Así que uníos a mí y mostrad al mundo que hay muchos buenos padres por ahí.
A los hombres y mujeres que lean esta publicación... casados o no... padres o no... compartid esta publicación en Facebook y Twitter, aunque no sea aplicable a vosotros porque ya sois todo lo que se dice. Si alguna vez habéis visto a un padre destrozar a su hijo, compartidlo. Nunca se sabe qué niño podría conseguir que su papá súper héroe vuelva. Nunca se sabe qué pequeña alma se podría sentir un poco más amada porque su Papá le dedicó unos minutos para arroparla esta noche.
Y todo porque estás dispuesto a copiar un enlace y pedir a otras personas que lo lean.
Dan Pearce, Padre Soltero Risueño Suplicante
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P.D: Estoy de verdad muy malhumorado y muy triste en estos momentos. Por favor dejad vuestros comentarios más abajo y decid lo que os apetezca, pero por favor contadme también si conocéis a algún buen padre, donde sea, y por qué es bueno. De verdad que ahora mismo necesito oírlo.
Si te ha gustado este artículo, te recomiendo encarecidamente que leas lo más poderoso que he escrito jamás: The disease called "Perfection". Click aquí para leer en (inglés)
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estoy muda y destrozada. de cuantas otras maneras mas amables se le puede negar algo a un niño. mi hija sabe q si le niego algo, es porque no hay dinero en el momento. y se lo repito y ella entiende...
ResponderEliminarays, me duele el alma.
Me imagino que tu comentario de "padre" iria dirijo a madres y padres, porque en el articulo parece que solo haya padres malos y no madres.
ResponderEliminarSino coincido plenamente contigo
Fdo: un padre
Desgraciadamente, esa conducta es bastante habitual.
ResponderEliminarY desgraciadamente, los padres y madres se creen en su "derecho".
Gracias, Louma. Este artículo estremece.
Un artículo brutal, impresionante. Estoy impactada..... Me quedo con una frase muy sencilla del artículo pero que para mí, lo dice todo:
ResponderEliminar"los niños son regalos."
Gracias por esta entrada.
Mi marido es un papa perfecto cariñoso y dulce a veces riñe a nuestra pequeña Lourdes pero cuando tuvimos a nuestras hijas me dijo q nunca se acostarían sin un beso de su padre.gracias Antonio por ser un papa estupendo.Es cierto los niños son un regalo y aunque tambien es cierto q hay q educarlos hagamos de la forma mas cariñosa posible, yo desde hoy voy a empezar a ponerlo en practica. gracias por este articulo me ha hecho pensar mucho. Lourdes F
ResponderEliminarClaro, Viviana... es que hay maneras de hacer entender al niño las cosas amorosa y respetuosamente. Creo que nunca es justificado romper a un niño de esta manera.
ResponderEliminarAiert, como comenté al principio, el artículo fue escrito por Dan Pearce, que es padre soltero, lo tradujo Ana Isabel, y yo revisé la traducción. En inglés él decía "Dads", donde hemos traducido "Papás", lo cual denota necesariamente sexo masculino, por eso lo hemos escrito así; para mantener la traducción lo más fiel posible al mensaje que quiso transmitir Dan. Sin embargo, estoy de acuerdo contigo en que (obviamente y) muy tristemente, además de padres, también hay madres que dan este trato a sus hijos. Todos debemos reflexionar acerca de cómo hablamos con nuestros hijos, no creo que sea cuestión de género, ni mucho menos un ataque a la paternidad.
Eso es lo más triste, Ile... los padres que se creen con derecho a destrozar a sus hijos tratándolos así...
Totalmente cierto Mon, son regalos de la vida para alegrárnosla y enseñarnos a crecer...
Estamos de acuerdo, Lourdes, claro que hay que enseñarles, pero siempre desde el corazón, el respeto y la empatía. Recordando cómo nos sentíamos cuando éramos niños según de qué manera nos hablaban y trataban.
Un abrazo a todos y gracias por leernos,
Louma
Y lo mas triste es que esas ensenas se ven a diario y uno difícilmente puede hacer algo, nada mas que lanzar les miradas mortíferas a esos padres hostiles , alguna vez me toco ver como una niñita de escasos 3 añitos se cae justo enfrente mio y cuando estaba apunto de ayudarla a levantarse , llego la mama y de un jalón la levanto y sosteniéndola en el aire con una mano con la otra le daba tres tremendas nalgadas gritando, "te lo dije" la niña quedo destrozada al igual que yo.....y por mas que tratas de explicarte no logras entender, me imagino que si es difícil para mi entenderlo, como sera para esos niños comprender el por que ??
ResponderEliminarme llegó al alma...gracias por compartir esta nota.
ResponderEliminaracabo de conocer tu web y la voy a empezar a leer y seguir ;)
1saludo
muchisimas gracias por compartir.. me has dejado una enseñanza, no dire que soy mala madre porque se que no es asi, pero se que tengo errores y me entristece pensar que mis hijos algun dia pudieran sufrir por mi causa..
ResponderEliminarbuscare libros, temas que me ayuden a mejorar dia a dia y ser la mejor mama que mis hijos pudieran tener.. de nuevo gracias!
Me ha tocado verlo a la afuera de la escuela de mi hija, una niña mayor 10-11 años con gran talento para el fútbol, había metido 7 goles en un partido y logró el primer lugar para la escuela, iba llegando del torneo y se encontró a su madre afuera, venía feliz con la obvia algarabía que se vive cuando se gana, se acerco a su madre y le dijo : ¡Ganamos, metí 7 goles yo sola! la niña sonreía espléndida y orgullosa, entonces la madre respondía con amargura y recelo: -Sí, si así fueras para la escuela.... La sonrisa de la niña se apagó...yo me entristecí
ResponderEliminarCada veo que bajo al parque con Sara veo algún niño que recibe algún comentario, digamos, no cariñoso; yo me quedo triste y pensativo, igual que Sara cuando ve que el niño llora.
ResponderEliminarTambién yo pienso si debería atreverme a decir algo, aunque es difícil meterse en la vida de los demás, y lo paso mal como este padre.
Gracias por compartir el texto, Louma.
Gracias Louma por compartirlo.
ResponderEliminarHace unos días hablábamos Elena y yo con unos amigos sobre estas situaciones que, por desgracia, son más frecuentes de lo que pensamos. ¿Merece la pena decirle algo a estos maltratadores?, ¿deberíamos llevar unas tarjetas con la frase “Acabas de destrozar a tu hijo. ¡Enhorabuena!” y repartirla ante cada situación de este tipo?. Creo que eso no cambiaría en nada su comportamiento. Incluso podría ser contraproducente y hacer que se refuercen en su conducta, en perjuicio del niño. Lo que necesitan esos padres es hacer una auténtica terapia para liberarse de esa violencia que acarrean, pero pocos se atreverán.
Deberíamos hablar mucho más sobre la violencia, sus diferentes tipos y los efectos que tiene a largo plazo. Toda la sociedad debería saber que, muchas veces, una mirada o una palabra de desaprobación de los padres, hace más daño que un bofetón. Las asociaciones de defensa de la lactancia, la crianza con apego y demás, deberían organizar jornadas de información sobre la violencia en la crianza. Es una cuestión de información y de educación.
Un saludo
que ensenanza... todos deberiamos leerla y reflexionar.. nohelia
ResponderEliminarNo soy mamá aún, pero espero serlo. Como producto de una familia normal, mis papás hicieron muchas cosas bien y otras mal. No pude evitar relacionar a mi papá con el señor del Cotsco y a mi mamá con quien escribe esta malhumorada pero real reflexión... Por fortuna, yo salí bien, aún sigo arreglándomelas para sacar mi vida adelante tomando buenas decisiones y siendo feliz. Tengo 24. Mi mamá me ama muchísimo, en los tiempos de bonanza y otros precarios estuvo, dándonos lo que pudo y fuimos felices, aún lo somos, somos una familia feliz aunque ahora vivamos separados o lejos, estamos juntos. Mi mamá es un excelente ejemplo de lo que es ser papás.
ResponderEliminarGracias por esta refelexión, prometo recordarla para cuando vengan mis hijos, por ahora, la difundiré... la gente debe entender! Un abrazo grande y gracias por la reflexión.
En mi opinion no podemos juzgar la actuacion de una persona por un hecho aislado, además sin saber las circustancias de esa persona.
ResponderEliminarA mi personalmente en mas de una ocasión mis hijos me han casado de mis casillas y se me ha escapado una mala contestación, ¿ por eso estoy condenando al fracaso el futuro de mis hijos?, creo q no. Lo que intento es rectificar mi error, perdirles disculpas, que entiendan que yo soy humana también y que cometo errores, pero que siempre podemos enmendarlos.
No creo que el camino para hacer más felices a los niños sea culpabilizar a sus padres.
Yo tengo un padre que segun las malas lenguas no queria tener hijos, pero yo nunca senti eso, o almenos nunca me lo hizo sentir, en las fotos donde me carga de bb siempre tiene uan enorme sonrisa y aun cuando no es una persona muy abierta y afectuosa siempre me mostro que podia confiar en el. Mi madre tiene ideas totalmente opuestas a las mias y nunca ha estado de acuerdo en nada de lo que yo hago pero aun asi siempre he sabido que me ama por que su mirada me lo dice, y a un cuando yo no quiero tener hijos porque me da miedo que el mundo los lastime y yo no tenga la capacidad de protegerlos, es en verdad la ilusion mas grande ver todos los dias un pequeño con una enorme sonrisa
ResponderEliminarSiento la misma impotencia y un dolor inaguantable cada vez que veo a un adulto maltratar a un niño.
ResponderEliminarPara mi los niños son sagrados, hacerles daño es caer en el peor de todos los actos. Lamentablemente quienes caen en estas conductas tan bajas llevan también un niño triste y maltratado dentro de sí...por eso creo que es importante difundir el mensaje de que si es posible otro tipo de crianza, más amorosa, quizás existen muchas personas que a pesar de haber sufrido en su infancia y aun teniendo la tendencia de replicar el estilo de crianza del que fueron víctima , tienen la nobleza y la bondad para percatarse de los errores que pueden estar cometiendo, quizás aun estan a tiempo de remendar sus errores y convertirse en mejores personas al hacer de este mundo un lugar mejor.
Que no se nos olvide. En mi queda escrito en e l corazón. Mis saludos.
ResponderEliminarHola, justo anoche fui a una charla sobre "tipos de padre" y comentaban que cada vez que un niño tiene una pataleta lo que quiere es que un adulto lo contenga. Que como adultos debemos empatizar con ellos, contenerlos, observarlos y darle opciones a sus necesidades cuando no pueden o no deben ser satisfechas.
ResponderEliminarQUe aquellos niños que son bien contenidos cuando pequeños son adultos sanos.
Mil gracias por tu comentario.
Tambien quiero agregar que talvez ese padre no tenía mas herramientas, o que tal vez habían pasado cosas antes que no sabemos.
No es que lo avale, sólo que él también tiene una historia que seguramente lo hace ser así.
Un abrazo
Así crecí yo, con temor. Ahora parte de mi está destrozada, y ahora entiendo mucho de lo que me sucedía y me sucede hoy. Actualmente tengo un hijo de 2 años y con ira en algunos momentos he tratado de corregir. Solo trato de cuidarlo. Él es para mi un gran regalo, una bendición, un milagro. Pero tengo que trabajar mucho en lo que ya llevo podrido por dentro, antes de contaminar a mi tesoro.
ResponderEliminarYo por desgracia tuve un padrasto así y una madre igual, pero econtré en mi camino a mi marido al que le costó sacarme de la pronfundidad en la que me hayaba.
ResponderEliminarAhora que MI MARIDO es el PAPÁ MAS MARAVILLOSO!!! A veces me emociono solo de ver como es con nuestro pequeño de apenas año y medio. Se desvive x su hijo, le dice lo mucho que vale, lo guapo y listo q es. Hasta cuando hace una travesura me dice mira q es listo para hacer eso. Entre semana x el trabajo no lo ve todo lo que quisiera, pero lo primero que hace al entrar por la puerta es ir al cuarto a verlo dormir. Pero los fines de semana, esto es otra cosa, son uña y carne!!! Van al campo, a dar paseos, juegan en el cuarto largar horas, juegan en la bañera jejejeje me encanta!!! Y hace q me enamore aun más de mi marido, xq me llena el alma.
Tengo un nudo en la garganta. De hecho hoy hablé de eso en mi blog, y me duele cuando veo a madres y padres hacer eso con sus hijos, muchas veces cuando veo eso miro a los niños y les saco la lengua o les sonrío para que dejen de tener el rostro sombrío que les han dejado sus padres.
ResponderEliminarCon permiso, otra vez, voy a copiar esto en mi blog en otro momento, hay muchos padres y madres que conozco que deberían leer esto.
Louma: me hizo llorar la nota, que duro para un niño tener padres que no los respeten... Te pido permiso para publicarlo en mi blog. un beso y gracias
ResponderEliminarQué manera de sacudir el alma. Comparto.Gracias.
ResponderEliminarTengo los ojos llenos de lágrimas, que increíble artículo, cuanta verdad.
ResponderEliminarSe me parte el alma cuando veo a un niño ser maltratado, como quisiera yo poder acariciar y comprarle un helado a mi pequeña que murio en mi vientre. Y como hay gente que no los acaricia y les niegan ese helado, teniendolos a unos cuantos centímetros de distancia.
Es de lo peor que hay en el mundo, hacer sentirse a un niño tan mal, tan que no es nada para su padre ...
ResponderEliminarPor suerte mi marido no es asi, adora a sus hijas, se lo dice constantemente y ellas le contestan: yo tambien, asintiendo. Se le ilumina la cara cuando las ve, en cuanto entra en casa lo primero es ir a ver donde estan, se desvive por ellas, es lo que tiene que ser, un padre amoroso. Evidentemente, a veces hay que regañarlas, pero eso le entristece muchisimo, pero no queda otra.
Es una suerte tener un marido asi, pero es cierto, opino como el autor, con lo facil que es asi, y es lo logico, lo natural, como es que hay padres (me da igual de que sexo sean), que son tan enrevesados que no son asi?
Nunca lo habis visto asi, en mi caso so yo la pierdo la paciencia constantemente aveces le riño a mi hijo .. no quiero que cresca siendo un niño triste como lo creci yo, voy hacer el esfuerzo por cambiar las cosas que estan mal en mi... Mi espos por el contrario jamás riñe a nuestro hijo a diferencia de mi a el su madre jamas le riño o le pego crecio en un hogar lleno e amor y con una madre pro crianza natural, y aunque yo tambien comparto la idea de la crianza con apego aveces olvido que solo es un niño....Apartir de hoy te voy a seguir siempre y aprender mas y mas cada dia , quiero ser una madre asi
ResponderEliminareste articulo me ha dejado impactada y aunq suene cursi seguia leyendolo y solo de imaginar la carita de ese niño seme caen las lagrimas... no soy quien para criticar o juzgar pero pienso q si tanto padre o madre han traido al mundo a un ser indefenso es NUESTRA OBLIGACION el hacerlas unas personas de provecho pero SOBRE TODO inculcandoles a AMAR y la mejor forma de enseñarles es AMANDOLOS y no cargar nuestras frustraciones en sus pequeñitos hombros... no saben el mal sabor de boca q me ha dejado esa historia pero tambien SOBRE TODO una gran enseñanza de pensar no solo en nosotros sino mas q nada en nuestros niños Q LOS QUEREMOS CON TODA EL ALMA... yo no soy una madre perfecta pero trato de hacerle a mi hijo una vida agradable sin complejos ni falta de amor, su padre hace lo mismo, no hay SUPER PAPA O SUPER MAMA solo hay padres esmerandose por darles lo mejor para sus hijos y yo me siento orgullosa en decir q cada dia trato de estar en ese grupo de "Padres esmerados" mi marido tambien lo está y no fue de la noche a la mañana pero he visto q ha ido evolucionando como padre y lo esta logrando cada dia mejor al igual q yo....
ResponderEliminarHay cosas que hago bien, y hay cosas que hago mal... doy gracias a Dios por haber confabulado y yo encontrar esta pagina, aun estoy a tiempo para cambiar eso malo y ser mejor persona, pero sobre todo mejor madre para mi pequeño matias.
ResponderEliminargracias de verdad...
Que dolor me ha dado al leer este post, mi bebé tiene tan solo 3 meses, y con su papá lo amamos mas que ha nada en el mundo...mi papá nunca estuvo muy presente conmigo para jugar, y no siempre tuvo las mejores palabras para mi...sin embargo mi mamá fue una madre amorosa, positiva, alegre y siempre atenta a mis necesidades, se por experiencia propia como las palabras que nos dicen mientras crecemos pueden definir nuestra autoestima...tambien me senti destrozada de niña por cosas que no comprendida, pero tambien me senti protegida y segura por mi madre, ahora que yo lo soy, solo quiero fortalecer la seguridad de mi hijo en sí mismo, decirle siempre todo lo bueno que él es, que todo lo puede superar, que siempre lo amaremos, y que por sobre todas las cosas del mundo,lo que nosotros queremos para él, es que simplemente sea feliz...
ResponderEliminarGracias por este articulo, me has hecho reflexionar que realmente quiero ser una buena mamá...y darle toda la seguridad en si mismo, que a mi de niña, muchas veces me hizo falta.
Saludos, desde Santiago de Chile.
Gracias por el árticulo... A mi desde que soy madre vivo mal, pero que muy mal,trata a los bebés a los niños, es algo que antes no percibía de manera tan intensa... siempre me quedo con las ganas de intervenir, de decir algo, de ayudar a esos bebés o niños, hay tanta inconsciencia. Me ha hecho llorar la publicación. Gracias
ResponderEliminarTambién doy infinitas gracias a Dios por poner esta página en mi camino y rectificarlo, porque admito que muchas ve ces perdí la paciencia con mi gorda y es lo que menos quiero en este mundo porque la amo y la desee desde siempre! Gracias Dios y gracias Louma por esta espectacular página!
ResponderEliminarHola, la verdad siempre me e considerado buena madre, pero despues de mi separación, la rutina, el estress y demas excusas que nos ponemos, han hecho de mi la madre que siempre dije que no sería, e estado últimamente buscando ayuda en la red mientras trabajo y este artículo es exactamente lo que necesitaba, gracias!!!!
ResponderEliminarOjalá tu escrito sirva también para que los adultos intervengan cada vez que vean un acto de agresión a un niño, sea el que sea y para que tú también lo hagas en el futuro, para un niño será un aliciente de que su rol es correcto, pues la agresividad de los padres hacen que el hijo se sienta como equivocado de existir, y si descubre que otros adultos están de su parte, aunque no sirva para nada ante el padre, para él será una señal luminosa para su vida. Doy fé de lo que digo
ResponderEliminarGracias Louma por compartirlo..
ResponderEliminarMuy triste, sobre todo que sea algo tan común, pasa todo el tiempo a nuestro alrededor.
Por suerte mi marido es aún mejor padre que yo, tiene una calma envidiable y nada de vergüenza de ser tan amoroso como se puede..
Si bien crío con apego a mi bebe de 20 meses, me he notado errada, contestandole no tan bien en circunstancias puntuales, por suerte para ella, recapacito y me disculpo por mis modos.
Hay que hacerse cargo y no justificar estas conductas, ni propias ni ajenas, si estas cansado, si estas molesto, si estuvo imparable el niño, no es su culpa que no puedas hacerte cargo de la situación, uno es el adulto y autocontrolarse.
Y con respecto a algún comentario, si fuese una vez aislada, si no fuera una conducta de base que hace que un padre maltrate de esa manera a su PROPIO hijo, seguro que esa vez no lo va a dañar en su autoestima, pero si fuera así, ese/esos padres admitirían sus errores no lo justificarían, y les pesaría en la conciencia aún habiendose disculpado porque es la única forma de no volver a cometer el mismo error, cosa que no sucede con los negadores.
Muchas gracias por este abre cabezas!! =)
Yo pienso q esta bien y es algo q todos queremos q no nos pase, pero la realidad es q pasa, no siempre obvio, pero si pasa y antes aún más, sin embargo ni mi abuelo ni mi papa estan frustrados ni nada por estilo, hoy en día un padre no puede darle un chirlo en la calle al hijo, cuando se lo merece, entonces se crean todos hijos mal criados q es la generación q viene, hablarle explicarle y dejarle hacer lo q quiera para q no llore, el tiempo va a demostrar lo errado q estan con estas nuevas prácticas. Aun hijo hay q darle todo el amor del mundo y hacer lo q sea por ellos, como educarlos, para lo cual hace faltan límites, el articulo esta bueno pero se aplica para personas q practican constantemente esas cosas. A no confundirse
ResponderEliminarPues no te desanimes...soy madre de un niño hermoso, sano mentalmente y fisicamente y no solo gracias a mi, sino gracias al padre que tiene (mi marido), que a pesar de estar trabajando todo el día fuera de casa, si tiene una hora para comer prefiere patearse 15-20 minutos de camino bajo un solero tremendo para estar con nosotros media hora escasa, el padre lo primero que hace en llegar a casa es preguntar por el niño a ver si le contesta... cansado del día a día, estar de trabajo hasta las cejas y antes de irse le dedica aunque sea 5 minutos,
ResponderEliminarsiempre tiene aunque sea media hora para jugar con él... No es por alabar a mi marido, es solo que desde que conocí a mi marido y luego tener nuestro hijo, no dejo de dar gracias a Dios por darme 2 tesoros tan iremplazables que son el motivo de levantarme cada dia...Un saludo de una española residente en la India.
FASCINANTE... me puso el cutis de Ave... PALABRAS MAS que correctas...
ResponderEliminarwow...claro que valio la pena la publicación... tengo un nudo en la garganta...
ResponderEliminarTrato de ser mejor madre cada día, confieso que a veces lo olvido cuando estoy apresurada, esta es una oportunidad para que mi chiquita tenga una mejor madre hoy e infinidad de días así.
ResponderEliminarMi padre por trabajo viajaba mucho, pero aquél rato en que se puso a hacer un teatro de marionetas para mi hermana y para mí, o esos en que nos levantaba en peso como si fueramos "un saco de patatas" y nosotras riendo a carcajadas, o cuando me llevaba con él en algún viaje pequeñito y yo iba sentada al lado suya, o aquella vez en que hablando con un compañero, yo tendría apenas 4 años, me cogía de los hombros orgulloso de "presentarme" porque aún siendo tan pequeña yo lo intuía... creedme, se me ha quedado grabado a fuego. Ahora está siendo un abuelo maravilloso, ya está diciendo que cuando su nieto coma bocadillos se lo lleva al parque :)
ResponderEliminarCreo que he conocido muchos niños destrozados (y hoy adultos que fueron esos niños) y me duele profundamente cada una de tus palabras porque soy testigo de lo profundamente dañados que están.
ResponderEliminarEs absurdo que el mundo siga sin darse cuenta del terrible daño que se hace a los niños cuando los padres no los aceptan tal cual son.
Tengo mucha pena, y agradezco que nos hayas compartido tu reflexión, cada vez somos más los que queremos ser los padres y madres geniales que nuestros niños querrán cuando lleguen...
@Aiert
ResponderEliminarLeí el artículo original en inglés y dice Dads, no "parents" (o sea papás hombres, no padres en el sentido de progenitor de cualquier sexo). Pero no creo que se refiera a que no hay madres malas, es solo que él escribe un blog acerca de su experiencia como padre soltero y se compara con otros padres y no con las madres, simplemente porque él no es una madre. Además él es padre soltero por que su mujer los abandonó, entonces en su caso claramente existe una mala madre, aunque no se mencione. Saludos, buen padre :D
De verdad existen, el padre de mis hijas es un superpadre <3
ResponderEliminarDe acuerdo totalmente... mucha tristeza y coraje , pero eso me hace ser mejor madre cada día. Amo a mi hijo con todo mi corazón y deseo aprender a respetarlo cada día de mi existencia.
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