Este artículo forma parte de la serie Juguetes caseros y ecológicos, también hemos mirado cómo hacer plastilina casera no tóxica, cuentas, abalorios y figuras, y pintura de dedos no tóxica. Hoy miraremos cómo hacer instrumentos musicales con objetos cotidianos y veremos que con la comida sí se juega :)

Materiales:
  • 1 lata de galletas vacía, y limpia, con tapa.
  • Varios frascos de plástico transparente de diferentes tamaños.
  • Pasta corta cruda
  • Granos, pueden ser lentejas, habas, garbanzos, semillas de maíz, etc. crudos
  • Arroz crudo.
  • Silicona o cola (opcional).
  • Rotuladores indelebles (opcional).
  • Papel adhesivo de colores (opcional).
  • Pegatinas decorativas (opcional).
Procedimiento:
  • Elegir un relleno para cada recipiente, verter dentro una pequeña cantidad.
  • Cerrarlo.
  • Si el niño es menor de 3 años y/o no comprende que no debe meterse en la boca los granitos, conviene sellar el recipiente con un poco de silicona o cola, dejar secar y luego entregárselo.
Comentarios:
  • Este juguete estimula todos los sentidos: A los niños les divertirá un montón ir echando los granitos, contarlos, sentir su textura, mirar sus formas, sus colores, olerlos, y oír el sonido que hacen al tocar el fondo del recipiente.
  • Es muy agradable escuchar y aprender a adivinar y distinguir los sonidos que emite cada grano, el arroz o la pasta una vez cerrados los recipientes.
  • Las diferencias entre el sonido metálico de la lata y los granos golpeando los frascos al sacudirlos son un buen estímulo auditivo para el niño.
  • Puede aprovecharse para enseñar al niño un sentido del ritmo, podemos usar los instrumentos para seguir o marcar el ritmo de una melodía, o bien hacer un ritmo nosotros y pedirle al niño que haga una secuencia similar.
  • Otra opción, es hacer sonar cada instrumento y nombrar su relleno, luego cerrar los ojos y hacerlos sonar nuevamente, uno a uno y tratar de adivinar qué tiene dentro cada recipiente.
  • Los instrumentos pueden ser agitados, golpeados con la mano o con una varita para experimentar diferentes sonidos.
  • Si atamos unos 10 espaguetis crudos con una cinta, formando un ramillete, podemos usarlo como palillo de tambor para golpear la lata y obtener un sonido diferente.
  • Podemos decorarlos también: la lata puede ser cubierta con papel adhesivo de colores, o decorada con pegatinas. Los frascos pueden adornarse con marcadores/rotuladores indelebles, o calcomanías.
Diversión garantizada para una tarde de lluvia :)




¿Y ustedes? ¿Han jugado con comida? ¿Se animan a improvisar estos instrumentos en casa? Si gustan compartir fotos de sus instrumentos caseros, pueden colgarlas en nuestro muro.




Foto © Plattform/Johnér Images/Corbis

Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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2 comentarios:

  1. Hola, soy seguidora de tu página, como madre y abuela, me gusta muchísimo pero estoy en conocimiento que en algunos institutos no se trabaja con alimentos pues se da una mala señal a los niños: que ante tanta hambruna como hay en el mundo, se esté usando los alimentos para otros fines sin ser el de saciar el hambre. Espero que no te ofendas, un saludo,
    María

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  2. Hola María,

    Muchas gracias por la observación, no sabía que ahora no se permitía en algunos colegios. No me ofende para nada, al contrario, estas acotaciones invitan a la reflexión y enriquecen el diálogo :)

    En casa somos muy respetuosos, intentamos aprovechar todo lo que se pueda, reciclar y no desperdiciar alimentos. Creo que al hacer este juguete en casa, si usamos recipientes limpios, se puede aprovechar para que el niño experimente, huela, toque, palpe, agite, escuche, y unas semanas después, podrían destaparse los envases y cocinarse los alimentos, ¿qué te parece?

    Otra cosa es hacer una actividad así con muchos niños, sin poder controlar la higiene, etc. pero creo que haciéndolo en casa pueden igual cocinarse y comerse los granitos luego de haberlos disfrutado para jugar también.

    Saludos y gracias por tu comentario,

    Louma

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