Hoy les traigo otra sabia reflexión de la pluma de Scott Noelle, que traduzco para Amor Maternal con su autorización, se titula:
El principio de "Un cuerpo"
Supongamos por un momento que nuestra pierna derecha comenzara a hacer un tic sin ninguna razón aparente. Si persistiera, haríamos algo al respecto, ¿cierto? Posiblemente nos masajearíamos la pierna, o tomaríamos vitaminas para mejorar las funciones nerviosas.
¡Lo que seguramente no haríamos sería gritarle a nuestra pierna o amenazarla con hacerle daño! Tampoco la ignoraríamos ni pensaríamos, "¡Bah! Es problema de mi pierna, no mío." Tales reacciones no tendrían sentido porque nuestra pierna es parte de nosotros.
Así mismo, cuando el comportamiento de nuestros hijos no parezca razonable, podríamos superar la tentación de reaccionar negativamente al responder a nuestros hijos como si fueran parte de nuestro cuerpo.
Tal y como ocurre con las partes de nuestro cuerpo, nuestros hijos funcionan bien cuando prestamos atención a sus señales, y en lugar de resistir esas señales, hacemos lo mejor que podemos para honrar y responder a ellas. Sin culpar ni sentirse culpables; simplemente afrontando las situaciones que surjan.
Imagina por hoy que tú y tu hijo forman un solo cuerpo y observa cómo esa perspectiva afecta sus interacciones.
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