El otro día hablábamos de que los hijos a menudo se comportan como espejos, reflejando lo que llevamos en el interior, sea en la sombra, o simplemente las emociones presentes actualmente en nuestras vidas. Hoy les traigo un excelente documental que conocí gracias a Elena de Monitos y Risas, en el que relatan que según los últimos avances de la neurobiología, se ha determinado que los seres humanos somos capaces de reflejar cual espejo las emociones de los demás. Esto se evidencia cuando tenemos emociones empáticas, como por ejemplo, cuando vemos a una persona que grita porque le está caminando en el brazo una araña, y sentimos nosotros las cosquillas como si tuviéramos también una araña caminando sobre nuestro brazo.

Les recomiendo que vean el video porque realmente vale la pena, y les pregunto ¿Hasta dónde creen que puedan llegar las implicaciones de esto en la crianza de nuestros hijos? Les doy un ejemplo más, desde niña, siempre me desagrada ver pelis en las que sucedan actos violentos, ¿no les pasa que cuando por ejemplo golpean al protagonista en la barriga, la contraigan, como si los estuvieran violentando a ustedes también? Pues eso...



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