Hace un par de días les hablaba de las mujeres que logran adentrarse en la maternidad incluso antes de ser madres y recordé un lindo artículo que leí hace unos meses atrás en The Unnecesarean, escrito por Allie, una chica de 16 años que ya es doula. Lo he traducido para compartirlo con ustedes, así que lean a continuación con cuánta pasión se expresa y cuánta claridad tiene ya respecto a su profesión y misión acerca de la atención de partos. Otra mujer - en este caso aún adolescente - que ya comienza a tocar muy de cerca el mundo de la maternidad :)

Cada quien tiene su propia rutina matutina. Para algunos, se trata de despertar, ducharse, vestirse, pasear al perro, hacer café y salir a trabajar. Durante mis tres años de bachillerato, mi rutina mañanera incluía despertar a las 5:54am, bajar de piepuntillas las escaleras aún en piyamas, prepararme un chocolate caliente y acomodarme frente a la tele de abajo para ver el maratón de "Birth Day" en Discovery Health antes de volver a subir las escaleras y prepararme para ir al cole. Era tan refrescante ver varios partos cada mañana, tanto así que mantenía la emoción  durante todo el resto del día. Ahora que estoy finalizando el bachillerato, despierto aún más temprano cada mañana, pero en lugar de mirar esta serie sobre partos, utilizo el tiempo para estudiar y continuar mi camino de realizar mi sueño y atender partos.

He estado interesada en la medicina desde que tengo uso de razón. Recuerdo vagamente pasear por la casa con un estetoscopio de juguete y una chapa que decía "Dra. Allie" antes incluso de empezar el kindergarten. Alrededor de los nueve años, desarrollé un fuerte interés por la obstetricia y el parto, y he aprendido sobre estos temas desde entonces. Veía cada programa sobre parto que podía, sacaba de la biblioteca libros sobre embarazo (aún bajo las miradas atónitas de los bibliotecarios) y hasta me suscribí a la revista Pregnancy Magazine. Sostuve durante varios años la creencia de que el parto era un evento médico que debía desarrollarse en un hospital, y pensé que todas las cesáreas e intervenciones que suelen realizarse eran médicamente necesarias. Afortunadamente, y gracias a mi descubrimiento de la función de las doulas, todas mis opiniones respecto a estos temas han dado un giro del modelo médico al de partería.

Para los que no lo saben, una doula es un profesional no sanitario que proporciona apoyo físico, emocional y educativo a las mujeres embarazadas antes, durante y después del parto. Sabía que sería extremadamente difícil convertirme en doula teniendo sólo 15 años, pero también sabía que era algo que me apasionaba mucho y que por ende pondría todo mi corazón y mi alma para lograr mi meta. Mi gran sueño es poder usar mi aprendizaje como doula, combinado con la obstetricia para poder apoyar a las mujeres, sin importar el tipo de parto que elijan.  Pienso apoyar a las mujeres que desean partos no mediatizados, partos vaginales después de cesáreas, partos en el agua, o lo que ellas prefieran. Es increíblemente doloroso leer historias de cesáreas innecesarias, inducciones innecesarias y sobre intervenciones médicas innecesarias. Es mi misión mejorar el sistema de cuidado materno para las mujeres al alentarlas a confiar en sus cuerpos durante el embarazo y el parto, e interviniendo únicamente cuando sea absolutamente esencial.

Aún me queda un largo camino antes de poder subirme a un escenario para recibir mi diploma médico, así que entretanto, he encontrado una nueva motivación: la de trabajar con madres adolescentes. Realmente disfruto del papel educativo que desempeñamos las doulas, y me parece muy gratificante darle a las futuras madres toda la información que requieren para tomar decisiones informadas respecto a sus embarazos, sus partos o el cuidado de sus bebés. Al ser estudiante de secundaria, sólo puedo atender partos durante las vacaciones de verano, por ser imposible predecir cuándo una embarazada pueda ponerse de parto. Desde el día en que acabamos las clases, comienzo a acostarme cada noche con el móvil en la mano y cada día llevo conmigo mi bolso para partos adondequiera que vaya, a la espera de esa llamada repleta de adrenalina. La emoción y la maravilla del nacimiento nunca ha dejado ni dejará de fascinarme. Cada parto es un milagro y me siento increíblemente afortunada de formar parte del proceso.

Amo lo que hago y no lo cambiaría por nada en el mundo. Espero con muchas ganas mi futuro como obstetra y tengo la esperanza de poder cambiar para mejor el sistema Norteamericano de cuidados maternos, una madre y un bebé a la vez.

Allie Sakowicz tiene 16 años, es doula entranada por la DONA y escritora freelance residente en Chicago. Pueden visitar su web aquí o enviarle un e-mail si gustan. Aparentemente Allie ha cerrado su web, desconozco si temporal o definitivamente, pero igualmente pueden visitar su perfil LinkedIn :)
¿Y tú qué opinas? ¿Tenías así de claro qué querías hacer con tu vida a esa edad? ¿Te gustaría que te atendiera Allie en caso de que vivieran en la misma ciudad?



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Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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3 comentarios:

  1. Ciertamente es un tema apasionante. Creo que si volviera a tener un hijo me gustaría estar atendida por una Doula, aunque no deja de inquietarme que algo pudiera salir mal y no estar en el lugar o con las personas adecuadas. Supongo que eso es porque tenemos muy arraigado lo de los partos asistidos en hospitales. Si te dejaran parir a tu manera, con quien quisieras pero en un hospital con todo a la mano por si acaso sería perfecto.

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  2. Louma, gracias por compartir este texto tan alentador. Una joven admirable!!

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  3. En México, hay una chica indígena en un pueblo que tiene 13 años y es partera, lo es porque sus dos abuelas, sus bisabuelas y muchos de sus ancestras lo fueron, y esta certificada por la Secretaría de Salud.

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