En anteriores artículos hemos comentado que la lactancia materna no debía doler y que en caso de presentarse dolor, es recomendable buscar ayuda profesional y no desistir, ya que los placeres de la lactancia (por no llamarlos beneficios) hacen que realmente valga la pena superar las dificultades que puedan presentarse en el camino.

Así que hoy hablaremos un poco acerca de los dolores que pueden presentarse durante la lactancia materna y a qué suelen deberse. Es sumamente importante aprender a distinguir y a explorar las distintas causas que pudieran provocar dolor al amamantar, sobre todo ya que a es común incurrir en el error de asumir directamente que estamos ante una candidiasis. Existen las candidiasis del pecho, sí, pero también pueden presentarse otras causas, de las cuales la más frecuente suele ser un mal agarre del bebé al pecho, seguido de alguna dificultad al succionar, frenillos cortos, vasoespasmo, fenómeno de Raynaud, eczema del pezón, dermatitis alérgica, psoriasis del pezón, daños causados por el extractor, infecciones bacterianas y mastitis u obstrucciones de los conductos galactóforos.

De hecho, un estudio reciente pone en duda la existencia de lo que se creía que causaba a menudo dolor profundo al amamantar - la candidiasis de los conductos galactóforos - e indica que en realidad, las infecciones bacterianas -generalmente causadas por estafilococos áureos - son  causantes incluso más frecuentes de dolor en el pezón, o dolor profundo en el pecho.

Dificultades de agarre al pecho

En nuestro artículo sobre la relación entre la lactancia materna y el parto, hemos hablado de que los partos más intervenidos, como por ejemplo aquellos en los que se ha hecho uso de fórceps, ventosas, medicamentos, o se ha recurrido a cesáreas, o bien se ha separado prolongadamente tras el nacimiento a la madre y el bebé pueden dejar como secuela dificultades para lograr un adecuado agarre al pecho. Lo más recomendable en estos casos no es quedarse en casa sufriendo, pensando que pasará solo y aguantando estoicamente. 

Es aconsejable buscar ayuda cuando esto ocurre, podemos o bien acudir a grupos de apoyo a la lactancia, en donde suele haber una monitora experta en lactancia y madres "expertas" que pueden haber superado dificultades similares a las nuestras y comentarnos cómo lo han superado, cumpliendo la doble función - tanto de animarnos a nosotras y ayudarnos a buscar una solución, como de motivarnos haciéndonos sentir que es posible de superar y dando a la madre "experta" una sensación de logro que probablemente la motivará a continuar a su vez con la lactancia y a superar los obstáculos que pueda estar atravesando ella misma en estos momentos.

Otra cosa que podemos hacer es contactar con una asesora de lactancia materna que podrá evaluar y asesorarnos para lograr un mejor enganche, sugerir nuevas posturas que alivien las zonas irritadas, etc.

Frenillo submucoso o frenillo sublingual corto

En los casos en los que el niño presenta el frenillo sublingual corto, podemos observar que cuando saca y/o levanta la lengua, esta toma una forma acorazonada, lo cual nos indica que puede haber problemas de succión, que podrían estar a su vez causando dolor e impidiendo un adecuado vaciado del pecho. Esto a menudo se traduce en tomas más largas y seguidas y en que el niño no esté alimentado adecuadamente, la madre con dolor profundo y el niño irritable. Vivian de Nace una Mamá cuenta en su blog su experiencia con su hijo, quien nació con frenillo corto y tras una larga odisea en Madrid, dio por fin con un odontólogo dispuesto a operar a su bebito. La operación consiste en un cortecito que se realiza en el frenillo, el cual permitirá mayor movilidad a la lengua de manera que el pequeño pueda mamar adecuadamente.

Blanqueamiento del pezón

Otra causa que se da junto con los problemas de agarre al pecho y puede en ocasiones causar dolor, es el blanqueamiento del pezón. Suele darse luego de dar el pecho cuando el flujo sanguíneo haya sido insuficiente o interrumpido. En casos en los cuales se presente dolor, suele describirse como ardor y dolor de presentación súbita por lo que suele haber diagnósticos errados de candidiasis. El blanqueamiento del pezón suele ser inocuo cuando el color del mismo regresa luego de que el niño ha terminado de mamar y en aquellos casos en los que no es acompañado de dolor.

Blanqueamiento del pezón por compresión

El blanqueamiento del pezón también puede deberse a la compresión del mismo durante la toma, lo cual a su vez puede implicar una de las siguientes causas, que el agarre es poco profundo - es decir que el niño no toma en su boca buena parte de la areola, sino sólo el pezón, succión inadecuada, que el bebé apriete intentando frenar una salida de leche demasiado rápida para él, frenillos submucosos o sublinguales cortos, que el bebé esté apretando el pecho debido a alergias, o simplemente variación en la forma de la bóveda palatina del bebé.

En los casos de blanqueamiento debidos a la compresión del pezón, éste a menudo presenta inmediatamente al salir de la boca del bebé, un color blanco característico y además sale deformado, por ejemplo en forma de punta, arrugado, aplastado, o en forma de lápiz de labios. También podría haber una línea blanca a lo largo del pezón inmediatamente después de la toma. En caso de presentarse dolor, éste puede aparecer pocos segundos o minutos luego de que el bebé suelta el pecho, coincidiendo con el retorno del flujo circulatorio normal a la zona. Es especialmente útil conocer la causa del blanqueamiento, a fin de poder eliminarla y consiguientemente el dolor también.

Blanqueamiento del pezón por vasoespasmo

El vasoespasmo, otra causa posible de dolor al amamantar, ocurre cuando se da un estrechamiento o constricción de los vasos sanguíneos que irrigan las mamas y puede ser extremadamente doloroso. Puede darse poco tiempo luego de amamantar o entre tomas, suele darse como respuesta secundaria al dolor o trauma del pezón (que a su vez pueden deberse a un traumatismo cutáneo del pezón o a una candidiasis). En estos casos el pezón se torna blanco poco tiempo después de dar el pecho, no inmediatamente al soltar el pezón estando el mismo deformado con aspecto de lápiz de labios. Podría observarse un círculo blanco en la punta del pezón pocos segundos o minutos después de una toma, podría también agravarse o dispararse ante el frío. A diferencia del blanqueamiento causado por compresión, el agarre y la posición del niño al amamantar pudieran haber sido corregidos al buscar aliviar los traumatismos del pezón (grietas, enrojecimiento, etc.), sin embargo pudiera transcurrir un tiempo mientras terminan de sanar los tejidos hasta que desaparezca por completo el dolor.

Vasoespasmo del pezón por Fenómeno de Raynaud

El Fenómeno de Raynaud, que cursa con vasoespasmos en las extremidades, también puede afectar los pezones. Cuando el blanqueamiento del pezón es causado por Raynaud del pezón, ocurre un blanqueamiento con un cambio trifásico de color, desde blanco, pasando a azul y finalmente a rojo, a medida que va restableciéndose el flujo sanguíneo adecuado. En otros casos, sólo ocurre en dos fases - de blanco a azul.

Los vasoespasmos debidos al Fenómeno de Raynaud, suelen tener mayor duración, presentarse de manera bilateral (en ambos pezones a la vez) y ocurrir durante el embarazo además de aparecer en momentos no relacionados con el amamantamiento. Suele exacerbarse al haber traumatismos en los pezones, ante temperaturas frías, o cuando se presenta blanqueamiento por compresión.

Por otra parte, el Fenómeno de Raynaud no es causado por la lactancia materna, puede presentarse sin estar amamantando, en otras partes del cuerpo, como por ejemplo los dedos. Suele ser recurrente y volverse a presentar en futuros embarazos, al amamantar de nuevo, por lo que conviene buscar ayuda profesional en cuanto se presenten las primeras molestias. De lo contrario el dolor suele agravarse, y puede incluso confundirse con el dolor causado por candidiasis, lo cual conduce a diagnósticos y tratamientos errados en estas madres.

Una forma fácil y eficaz de tratar y prevenir el dolor por vasoespasmo durante la lactancia materna es la aplicación de calor seco a la zona del pezón tras la toma, de manera que evitemos el choque de temperatura al salir el pezón de la boca del bebé al aire, y lo calentemos un poco, lo cual favorecerá la restitución de la circulación sanguínea adecuada en la zona. Otra manera de evitar el frio es manteniendo la habitación calentita, cubriéndonos con una manta, o teniendo a mano un saquito de tela relleno de arroz crudo que podamos calentar en el microondas durante 45 segundos a fin de tenerlo tibio y aplicarlo al pecho por encima de la camiseta en cuando el niño termine de mamar.

Eczema del pezón y dermatitis alérgicas

Las madres propensas a los eczemas y a la dermatitis puede presentarlos también en la zona de los pezones, causando también dolor o molestias al amamantar. En estos casos, conviene eliminar los posibles irritantes, como por ejemplo los discos absorbentes de materiales sintéticos, sustituyéndolos por discos absorbentes de algodón, o si ya no goteamos, y nuestros sostenes contienen fibras sintéticas, colocarnos una gasa de algodón para que el sostén no entre en contacto directo con la zona del eczema. Conviene igualmente acudir a consulta con una matrona, obstetra o dermatólogo que recetará un antiinflamatorio de aplicación tópica con o sin corticoesteroides.

Psoriasis y lactancia materna

Las mujeres que sufren de psoriasis, pueden presentar brotes en el área de los pezones también, pudiendo experimentar dolor y picor a raíz de ello. Nuevamente existen varios remedios naturales que pueden aliviar los síntomas, como por ejemplo la aplicación de hojas de col o repollo crudas sobre la mama afectada, también podría tratarse de manera tópica con lanolina ultrapura, aceites naturales como por ejemplo de oliva, rosa mosqueta, entre otros y exponer el área al sol durante ratos. Los baños de sal también parecen ayudar con las molestias. Si al acudir al dermatólogo percibimos que éste no está bien informado con respecto a la compatibilidad de medicamentos con la lactancia materna, podemos pedirle que nos comente qué nos recetaría si no estuviéramos amamantando y comentarle comprobar la seguridad de administrarlo durante la lactancia en la web e-lactancia.org del Hospital de Marina Alta, en Denia, Alicante. Comento esto porque muchas veces por cautelosos, o simple desinformación al respecto, los médicos evitan recetar medicamentos que al ser buscados en e-lactancia resultan inocuos para madres e hijos en período de lactancia.

Traumatismo por el uso de extractores de leche

En algunas ocasiones, puede presentarse sensibilidad y/o dolor a raíz del uso continuado del sacaleches, para ello es recomendable usar uno de buena calidad para evitar estas molestias, y si aún así se presentan e igualmente necesitamos extraernos leche, es conveniente aprender a realizar una extracción manual. Hemos hablado de ello en este artículo, la extracción manual de leche materna debe seguir unos parámetros de higiene mínimos (al igual que la extracción mediante aparatos) y es muy fácil de realizar.

Infecciones bacterianas en el área del pezón

Tal y como lo comentábamos unos párrafos más arriba, aunque se suele hablar más frecuentemente de candidiasis del pezón, las infecciones de origen bacteriano también suceden en el área de los pezones. En este caso deberán ser tratadas con antibioticoterapia, por lo que conviene investigar la compatibilidad del antibiótico prescrito en la web de e-lactancia y vigilar que no proliferen hongos a raíz del tratamiento.

Mastitis u obstrucción de un conducto galactóforo

Otra causa frecuente de dolor al amamantar, esta vez con características muy distintas a las de las demás condiciones descritas, es la mastitis. La mastitis es la inflamación de las mamas y puede estar acompañada de infección o no. Suele darse cuando se obstruye un conducto galactóforo, es decir, por donde pasa normalmente la leche antes de salir, bien sea por saltarse tomas, o por no haber vaciado bien algunos conductos alrededor de la areola. También puede darse por usar sostenes apretados, cuando el bebé duerme más horas de lo habitual sin pedir mamar a la hora a la que suele hacerlo, al suplementar con leches artificiales en algunas tomas, o bien cuando ocurre un destete brusco.

Los síntomas de la mastitis suelen incluir sentir el pecho muy lleno, con una zona endurecida, ligeramente caliente, con la piel un poco enrojecida y sentir mucho dolor. Muchas veces en las obstrucciones, puede visualizarse un puntito blanco en la punta del pezón en donde se ha endurecido la leche que no ha logrado salir. En casos de mastitis con infección, podemos llegar a observar gotas de sangre y/o pus en la leche. Suele ser de ayuda darse un baño tibio o ponerse compresas calentitas y luego darse un masaje en la zona con aceite de almendras y realizar la extracción manual. Luego de un ratito de masaje y extracción, suele lograrse la salida del tapón de leche, es decir el punto blanco que veíamos en la punta del pezón y la leche acumulada en esa zona suele salir disparada dejando una sensación de alivio. Sin embargo, aún logrando destapar el conducto y dejando salir la leche, el dolor o sensibilidad en la zona pueden persistir incluso durante una semana.

Lo más recomendable en ambos casos es mantener la lactancia materna, continuar dando de ambos pechos, aunque duela. Podemos dar un ratito del lado que duele y luego cambiar nuevamente al otro y así ir turnando. Por otra parte es conveniente vaciar lo más que podamos los pechos, bien sea amamantando o extrayéndolos leche manualmente o con la ayuda de un sacaleches. La mastitis que afecta un solo pecho, suele ser solamente inflamatoria, mientras que las que afectan ambos, son frecuentemente de origen infeccioso.

Las mastitis de origen infeccioso, suelen deberse a infecciones por Streptococcus aureus. La infección suele ingresar a la zona a través de grietas en los pezones o cualquier herida del área. Por eso es tan importante vigilar la aparición de grietas y corregir la posición al mamar cuanto antes (además de hacerlo por el bien del niño). En los casos de mastitis infecciosa, suele haber incluso una fiebre por encima de 38.5ºC, por lo que puede que receten a la madre antibioticoterapia. Aquí me gustaría recordar una vez más, que muchos médicos suelen ser excesivamente cautelosos y/o desconocer con exactitud la compatibilidad lactancia-medicamentos, por lo que demasiado a menudo indican a la madre destetar o extraerse leche y tirarla. Por esta razón, conviene siempre revisar en la web e-lactancia.org el riesgo que conlleva el medicamento que nos han recetado, y de ser incompatible con la lactancia materna, conversarlo con el médico tratante pidiéndole que nos recete - de ser posible - otro que sea compatible. (De todas maneras, el 90% de los medicamentos es compatible con la lactancia materna).


Aunque el listado descrito anteriormente puede parecer algo aterrador, nada más lejos de eso. Todos estos problemas son superables, con ayuda, apoyo, paciencia y algunos cuidados. La lactancia materna realmente vale la pena y una vez superados los problemitas que pudieran surgir al inicio de la relación de amamantamiento, suele seguir una meseta, en la que mamá y bebé ya han cogido el ritmo y se sienten tan a gusto que querrán seguir, más allá de los dos años, y por qué no - tal vez también más allá de los tres o cuatro. No lo olviden, la lactancia materna no sólo es leche: es amor, calor, cercanía, consuelo, mimo y sobre todo: placer - para ambos. 
 
Lecturas relacionadas:

El presente artículo, no pretende sustituir el diagnóstico de un profesional de la salud, sino servir de orientación y aliento para superar dificultades que pudieran presentarse durante la lactancia materna.

Fuentes consultadas para compilar este artículo:

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Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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4 comentarios:

  1. Hola Louma, quería pedirte autorización para llevarme algunas de tus notas y ponerlas como documento en el grupo de facebook para mamás de Bolivia que estamos creando (http://www.facebook.com/groups/241475749227771/?id=243449049030441&notif_t=group_activity), obviamente citando la fuente :)

    Acá en Bolivia hay muchísima desinformación sobre todo respecto a la lactancia, y prevalecen mucho los mitos de abuelas y madres que no hacen más que interferir con nuestra maternidad. Por esto hemos armado este grupo y estamos queriendo armar una especie de "biblioteca" con notas al respecto que leemos por todo internet, para que toda mamá que llegue pueda ponerse a leer sin perderse entre links desparramados por el muro, y pueda ir directamente a los documentos.

    te agradecería también si tenés otros links a notas que nos sugieras para ir agregándolas ahi.

    gracias!!!

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  2. Hola Lucía,

    Con toda sinceridad preferiría que colgaras los links en la nota, junto con el título para que la gente los lea aquí mismo y comente.

    Tienes más enlaces a textos interesantes en la pestaña de Recursos, divididos por temas.

    Gracias,

    Un abrazo!

    Louma

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  3. Hola!!! Después de haber tenido tres niños con lactancia ,hoy me veo frustrada. Mi bebé de ocho meses me muerde aveces el pecho y es un dolor...pero bueno es un dolor puntual. Pero hace dos semanas en la punta del pezón noto mil agujas clavándose bien adentro.dia y noche con ese dolor y a la hora de dar el pecho...lo temo. Del dolor se me salen las lágrimas y me estremezco del dolor,es horrible. Mi pecho no para de chorrear. Necesito ayuda,ni duermo y me duele demasiado. Es verdad k aún la peke tomando noto un bulto cerca del pezón duro y grande

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