Con mucha ilusión les cuento a todos que antes de ayer por la tarde, Sam y yo nos acercamos a nuestra oficina de Correos en bici, llevando la primera caja de libros de Una Nueva Maternidad para enviar a Argentina. Es una sensación increible pensar que algo que escribimos entre 15 mujeres - con tanto amor, en la intimidad de nuestras casas - pueda llegar al otro lado del océano, no sólo a través de internet, sino en papel. No saben lo increíble que es la primera vez que suena el timbre y abres la puerta de casa para encontrarte con el cartero que trae la primera caja de libros con tu nombre impreso en ellos. ¡Es magia!

Así que ayer por la mañana, mientras Sam seguía durmiendo, me levanté a dedicar y firmar todos los libros que nos pidieron desde allá. Tenía mucho tiempo sin escribir tanto a mano y tuve la misma sensación que tenía cuando escribía mi nombre y la fecha en todos mis libros de la universidad =)

Al rato despertó mi hijo y juntos empacamos la caja, con cuidado y cariño para que les llegaran impecables a todas las mamás que pidieron Una Nueva Maternidad desde Argentina. Los libros nuevos tienen algo mágico - los libros en general, cada uno y cada edad a su manera - sus páginas crujientes, lisas, nuevas, inmaculadas que albergan todas las expectativas del lector, toda la pasión del autor... Los viejos en cambio, con sus delicioso olor, las páginas que comienzan a amarillear en los bordes y esquinas, alguna mancha que nos recuerde lo que hacíamos a la vez que leer, un pétalo, un doblez... en fin; algo que denote cuánto lo hemos disfrutado. 

Así que reitero lo que dijo Erika durante la presentación de Una Nueva Maternidad en Barcelona, espero que disfruten mucho del libro, que pase de madre a hija a nieta, regando el amor y el placer de criar de generación en generación y que cuando esté viejito y manchado de café, quede un lindo recuerdo. Añado: un recuerdo de la época en la que hicieron falta libros de reflexiones que nos empujen a volver a confiar en nosotras mismas, en las entrañas, en el corazón. Nuestros hijos ya no tendrán que hacer el mismo recorrido que nosotros, ya están siendo criados de otra manera, más respetuosa, más amorosa aunque en principio lo hayamos hecho entre dudas, culpa y tambaleándonos, poco a poco vamos recuperando la confianza en nosotras mismas.

Eso sí, esto no acaba aquí, los envíos colectivos siguen abiertos y a medida que se continúen apuntando más personas, iremos enviando sucesivos paquetes adónde haga falta, así que si no has podido recibir tu ejemplar en este envío, podrás pedirlo tranquilamente para el siguiente.

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