Hace unas semanas me tropecé con una breve y muy interesante entrevista a la psicólogo y escritora Rosa Jové, en la que comenta diversos temas, tales como la gestión de conflictos familiares, los castigos, y el obligar o no a los niños a prestar o compartir sus juguetes.

Pueden ver la entrevista aquí:




Me gustó mucho su ejemplo acerca de compartir o no los juguetes, y es que he presenciado muchas veces la escena típica en el parque en la que un padre regaña u obliga a un niño a compartir sus juguetes con otro niño que muy probablemente está viendo por primera vez en su vida - un extraño, vaya...

Varias personas me han preguntado recientemente en el muro acerca de este tema, y opino lo siguiente: me gusta el enfoque que da Rosa Jové, de hacernos replantear la situación como si estuviéramos nosotros en lugar del niño, pensar cómo nos sentiríamos si un extraño nos pidiera prestados nuestros objetos más preciados, por ejemplo el móvil, la cámara, el automóvil, el ordenador, o alguna otra cosa a la que tengamos especial cariño. ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Y si nos obligara a ello la persona a quien más amamos en el mundo? Pues el niño siente lo mismo. Creo que es distinto compartir con un amigo, con un conocido que con un extraño, no me parece que podamos aplicar la misma "norma" ante el niño en cualquiera de esas situaciones.

Por otra parte, y esta es mi opinión según mi experiencia con mi pequeño maestro, los niños ya entienden desde bien pequeñitos si alguien les dice la verdad, una verdad a medias, o les está tomando el pelo. También son seres muy empáticos y buscan siempre ayudar y hacer sentir bien a los demás. Sabiendo esto, he visto que cuando uno respeta al niño y le muestra la necesidad o el deseo genuino de usar uno de sus objetos preciados por un rato, ellos muchas veces nos los ofrecen. ¿Y qué ganamos con eso? Pues que el niño estará realmente aprendiendo a compartir, desde el corazón, desde su propia iniciativa, desde la empatía hacia el otro, y a la vez, le estamos respetando. ¿Y si aún así no le apetece compartir? Pues toca respetarle, ¿no?

Otro factor muy importante en este aspecto es - como casi todo en la crianza - el hecho de modelar, comportarnos con nuestros hijos como nos gustaría que se comporten ellos. Si estamos comiendo una fruta y la miran con ganas, pues estirar el brazo y ofrecerles un bocado, ¿y por qué no? Comentar cuán bien nos hace sentir compartir algo tan rico con alguien a quien queremos, verles felices, y contentos al recibir lo que compartimos con ellos. Así también el niño verá que el compartir no es una "obligación", ni algo que se inflige sobre él, sino algo que nace de uno, de nosotros, por empatía, por cariño, o simplemente porque nos apetece y pronto verá el placer de hacerlo - y comenzará a nacer de él ese comportamiento tan socialmente valorado :)


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Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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2 comentarios:

  1. A veces he visto gente que quiere que su hijo/a comparta, pero esa misma gente cada vez que su niñ@ agarra algo de ella le dice mio mio esto es mio o lo pèlean asi para jugar, despues esa misma criatura cuando juega con otrosd niños reproduce y hay quieren que compartan y los obligan..... No se dan cuenta? que estan haciendo precisamente lo que tomaron de su ejemplo

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  2. Yo siempre respeto a mi hijo si quiere prestar un juguete en el parque o no, pero he presenciado que mi hijo ha querido un juguete de otro niño y el padre/madre se lo ha quitado al otro tras insistirle que se lo deje y no cedía. El final... pues que el otro niño se queda llorando sin juguete, e incluso a veces con una cachetada de propina, mi hijo con el juguete y yo con la boca abierta intentando decirle al padre que no hace falta, q sino lo quiere dejar no pasa nada pero ni te escuchan...

    El Peque Indefenso

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