Hace un par de días, Claudia, una mamá venezolana que conocí en Twitter, promotora de la lactancia y crianza con apego, quien compartió su historia de parto aquí en Amor Maternal, me pasó este artículo publicado en la revista Estampas.
En el artículo mencionado, el periodista Néstor Luis Llabanero entrevista al pediatra Roberto Fasciani, quien con todo respeto y muy a mi pesar parece tener la inminente necesidad de documentarse más a fondo, y de actualizarse, dicho sea de paso, en materia de lactancia materna.
No me canso de decirlo, y lo seguiré repitiendo mientras haga falta: lamentablemente el curriculum de la carrera de medicina (y de la especialidad de pediatría), al menos en los casos que conozco, y según refiere el archiconocido pediatra y autor español Carlos González, carece de la formación necesaria en lactancia materna. Las madres, a menudo acudimos al profesional de salud pidiendo consejos de alimentación, o de lactancia o crianza para lo cual no están preparados muchas veces, y éstos acaban dando respuestas fundamentadas, no en sus conocimientos académicos, sino en su vida diaria, dependiendo de la sociedad en la cual se encuentran inmersos y a lo que han visto hacer.
{Sin embargo, si como profesionales de la salud - o como padres - tenemos inquietud de conocer bien cómo funciona la lactancia materna y de actualizarnos en esta materia para nosotros mismos, o bien para poder ayudar a los demás, podemos hacerlo, leyendo las recomendaciones de la OMS, de UNICEF, de la AEP, de la AAP, visitando diversas webs como e-lactancia.org, ALBA Lactancia Materna, KellyMom, Peaceful Parenting, entre otras, y leyendo bibliografía fiable y accesible al respecto, como por ejemplo Un Regalo para Toda la Vida, del Dr. Carlos González}
Al comienzo del artículo citado, el Dr. Fasciani comenta lo siguiente respecto a la duración de la lactancia:
"Ese es el límite establecido por los pediatras. También depende de las sociedades. En países africanos donde existen restricciones alimentarias y pocas fuentes económicas que permitan comprar alimentos, la lactancia materna se prolonga de manera forzada".
¿Alguna de ustedes, queridas lectoras, ha intentado "forzar" una relación de lactancia? ¿Creen que es posible "prolongar" la lactancia materna, o es que estamos sencillamente satisfaciendo las necesidades de nuestros hijos?
Cabe aclarar, que con "satisfacer las necesidades", me refiero no sólo a las alimenticias, sino que dentro de las nutricionales, también englobo a la nutrición de las emociones, al confort, al calor, y a la necesidad de estar cerca de mamá.
Dudo mucho que una mamá que no pueda comprar fórmula por encontrarse en situación de extrema pobreza, se vea "forzada" a seguir dando el pecho. La lactancia es algo fácil y placentero (aunque pueden surgir problemas que requieran de apoyo y ayuda). A menos de que intervengan las grandes multinacionales de la industria de las fórmulas lácteas, incumpliendo el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, obsequiándole a las madres muestras de fórmula de manera que a corto o mediano plazo se corte su producción láctea, dudo mucho que una madre en esa situación "busque" esa alternativa para alimentar de forma artificial a sus hijos.
Continúa el periodista citando:
"Más allá de esta certeza, el médico de niños sostiene que hay estudios psicológicos que avalan la dependencia que el hábito de lactancia prolongada crea en los pequeños."
A decir verdad, me gustaría saber a qué estudios se refiere - lamentablemente no los citan ni enlazan dentro del artículo. La naturaleza nos ha ideado de tal manera que nos soltemos al saciarnos, y cuando hablo de saciedad respecto a la lactancia me refiero tanto en el sentido inmediato (soltar el pecho al terminar una toma y llenarse en cualquiera de sus sentidos: calmarse tras un golpe, saciar la sed, el hambre, conciliar el sueño, etc.), como en el sentido extendido en el tiempo: destetarse a voluntad.
El Dr. Fasciani continúa diciendo:
"Debe entenderse que a partir de los siete meses, en los infantes comienzan a aparecer los primeros dientes, lo cual indica que necesitan otros alimentos, no sólo líquido, y también revela que anatómicamente están preparados para recibirlos".
"Cuando comienza la dentición, ya uno empieza a incorporar alimentos, como sopas y frutas en trocitos, de manera que la utilización de esos dientes ayuda al desarrollo de los músculos de la masticación que, a su vez, contribuye a darle estructura a la cara. De modo que la misma naturaleza del organismo indica que esa lactancia tiene un final".
Claro que sí, a partir de la aparición de los primeros dientes, podemos comenzar a ofrecer alimentos sólidos, pero esa no es la única señal que nos indica que el niño debe recibir alimentación aparte de la leche materna.
También es importante que el niño sepa sostenerse sentado sin tambalear, que haya cesado o al menos disminuído el reflejo de extrusión (eso que hacen los bebés cuando les introducimos una cuchara en la boca: la empujan fuera con la lengua), y demostrar interés por la comida - por ejemplo al sentarnos todos a la mesa, vemos que estira su manita hacia el plato de mamá para tratar de probar lo que come, o abre la boca si le acercamos la cuchara con un alimento...
Respecto a la introducción de sopas, aprovecho para comentar que Carlos González, en su libro Mi Niño no me Come, y si mi memoria no me falla, también lo menciona en Un Regalo para Toda la Vida, explica que no debemos ofrecer a los lactantes caldos ya que dado el pequeño volumen de su estómago se llenarían con algo cuyo contenido calórico y nutricional es mucho menor que el de la leche materna y podrían desnutrirse. En conclusión: debemos procurar que los alimentos complementarios que vayamos introduciendo sean lo más ricos en nutrientes posible para "aprovechar" el espacio pequeñito que cabe en su estómago a fin de satisfacer sus requerimientos nutricionales.
Respecto al desarrollo muscular de la cara, comentarles, que la succión y todo el esfuerzo que hacen con sus músculos los niños lactantes al mamar - tanto para estimular la producción, como para vaciar el pecho - también contribuye de forma muy importante a la formación y fortalecimiento de sus músculos bucofaciales, facilitando la fonación y desarrollando adecuadamente su estética facial :)
La naturaleza, tal y como nos comenta el Dr. Fasciani, nos indica que la lactancia materna tiene un final - y según diversos estudios antropológicos, este final suele suceder entre los 2 y medio y los 7 años de edad.
Más abajo menciona:
"Claro, los adultos no pueden olvidar que la leche materna para un niño de 3 ó 4 años no tiene ningún sentido, porque ya este tiene su sistema digestivo desarrollado".
Creo que aquí sería interesante entrevistar a unos cuantos niños de 3 ó 4 años de edad y preguntarles qué sentido tiene para ellos continuar con la lactancia materna. Así que las invito, queridas lectoras, si tienen un niño lactante "mayorcito" en casa, o cerca, a preguntárselo y a dejarme su respuesta en los comentarios, ¿se animan?
Otra interpretación que podemos dar a la frase anteriormente citada, es que se refiere al sentido nutricional, por lo que les invito a leer mi artículo Lactancia Materna "Prolongada": Beneficios Nutricionales, en donde encontrarán detalles de los mismos y referencias bibliográficas.
Luego:
"Lo recomendable es incorporarlo a la mesa, como una actividad colectiva de la familia. Evitarlo es exponer a las madres a que posteriormente no pueda despegarlo del hábito. "A esa edad del pequeño, la leche no suple los suplementos calóricos requeridos"."
Por supuesto, la comida es una actividad social, familiar, agradable, y es muy bueno sentar al niño en la mesa con nosotros, que nos vean comer, que piquen de nuestro plato, que prueben diferentes alimentos (evidentemente cuidando las recomendaciones de introducción de alimentos para descartar posibles alergias).
Si bien es cierto que la leche materna no cumple con todos los requerimientos calóricos de un niño de 3 a 4 años, continúa aportando nutrientes, vitaminas, calorías (aunque no todas las necesarias), proteínas y ayudando su sistema inmunológico.
Como comentábamos en un artículo anterior: no tiene sentido decir que una manzana aporta X cantidad de nutrientes a una persona de tal edad, pero ya no aporta lo mismo a alguien un par de años mayor. La manzana sigue siendo la misma, y su contenido nutricional será similar. El hecho de que necesitemos más manzanas, o mejor aún, combinarlas con otros alimentos dentro de una dieta balanceada, no implica que la manzana deje de aportarnos nutrientes.
Más abajo, dentro del mismo artículo vemos:
"El mismo médico se pregunta cuánto tiempo al día debe estar pegado el niño para extraer lo necesario. Una jornada de succión ofrece onza y media por cada seno, lo que no reviste una cantidad suficiente para sustentar el cuerpo de alguien de tres años."
Según Carlos González - y tiene toda la lógica del mundo - mientras mayor sea el niño, más eficiente será vaciando el pecho de su madre, lo cual no quiere decir que si mamó durante 2 minutos ha obtenido la misma cantidad de leche que un niño 2 años menor, sino todo lo contrario. Esto, con toda seguridad lo pueden corroborar las madres lactantes de niños "mayorcitos" que suelen tomar el pecho un par de minutos y luego ya no piden merienda, o la piden bastante rato después. ¿Por qué? Porque la leche materna les llena, quizás no completamente, pero sí les nutre, por supuesto.
Y sigue con una verdadera joya:
"Debe tomarse en cuenta que en la medida en que la lactancia materna se prolonga, cuesta más retirarla, porque para el pequeño es más cómodo que masticar. De hecho, la madre debe estar alerta cuando su hijo se muestra negado a soltar su costumbre. Puede estar usando el arma de la lactancia como mecanismo de manipulación".
En la medida en la que la lactancia materna continúa (ya hemos dicho que no se puede "prolongar"), el niño se irá saciando y cuando esté preparado para ello, la dejará. Sí, es más "cómodo" estar en el regazo de mamá tomando el pecho que masticando, pero eso depende también de cómo vivamos la alimentación dentro de la familia: si la comida es un ritual agradable, un momento de placer para los sentidos, de buena compañía, de risas y sabores, olores y colores atractivos, ¿cómo no va a gustarle comer al niño?
La alimentación complementaria no es una competencia con el pecho para ver cuál gana, es simplemente otra forma de alimentarse, que a mi parecer, si se introduce de forma suave, creativa, respetuosa y agradable, creará personas que sepan alimentarse escuchando su verdadero apetito y haciéndolo con gusto :)
Finaliza con las siguientes líneas:
"Muchas de esas veces que piden ser alimentados por las madres, lo hacen para jugar, y esto, dice Roberto Fasciani, se debe a que les gusta el olor de la mamá, sienten los latidos cardíacos o experimentan afecto. "Pero, realmente no se están alimentando de manera correcta"."
Y yo remato diciendo que esas veces en que piden el pecho, aún haciéndolo para jugar, son momentos de complicidad hermosos que enriquecen nuestras vidas - tanto la de mamá, como la del niño, endulzan la infancia, y no tienen nada de negativo. Por otra parte, ese gusto por el olor de mamá, esa necesidad de sentir sus latidos cardíacos o de experimentar afecto en sus brazos son perfectamente legítimas y nada tienen que ver con ser alimentados de manera correcta - ni con la concepción peyorativa de manipulación que delinea el pediatra entrevistado.
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Que bueno leer tu certera opinión y que buena idea esa de preguntar a los mayorcitos,mi bebe está empezando con algunas palabras y gestos, le preguntaré a ver que expresa. Gracias a la presión y debate que se generó en FB y Twiter La Liga de La Leche Venezuela ejerció el derecho a replica en esta revista y expresó oportuna información http://m.estampas.com/cuerpo-y-mente/120530/en-defensa-de-la-lactancia-prolongada, (no se si el enlace se puede colocar. Amamanta Venezuela también ofreció su opinión http://www.amamanta.org.ve/v2/noticias-opinion/128-hasta-que-edad-amamantar.html. Así como otros blog, tal es el caso de http://ecvlactando.com/2012/05/29/lactancia-prolongada-luz-entre-sombras/. Estos son solo algunos blog, en fb el debate también ha estado presente y bastante rico, concretamente en el espacio de Buen nacer.
ResponderEliminarAsí que como efecto colateral, que bueno que se ha dado un debate y los artículos en reacción dan calidad al debate
Me sigue pareciendo estupido, y soberana burrada, el argumento de los dientes, osea si tiene dientes ya no puede tomar leche materna perilo si de vaca, en su cafe o con sus galletitas? Que puede aportar la leche de vaca que no lo haga la materna, por Dios ni anticuerpos provee. Entonces como el doc. ya tiene todos sus dientecitos no deberia tomar leche, si es que la toma y esperar a que se le caigan todos, pues segun el su cuerpo avisa que llego la hora de alimentarse a base de liquidos. Asi me dijo una pediatra en emergencias, que si ya mis niños tiene dientes es que ya no necesitan leche materna, y asi mismo le conteste, bueno pues cuando tome su cafe asegurese no hacerlo con leche porque usted tiene todos su dientes ;)
ResponderEliminarYo de ganaderia no se nada, pero los becerros no nacen con dientes y aun asi maman?
ResponderEliminarBuenísimo artículo. Qué tranquilidad ver el comentario de Claudia y qué risa el comentario de Mely. Ese argumento de que porque tiene dientes debe dejar la teta es irrisorio. Espero que ese pediatra no obligue a sus pacientes recién nacidos a caminar simplemente porque tienen el reflejo. Seguro nos manipulan para que los carguemos por tres años, no? Jajaja, saludos.
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