Al hablar de las compras necesarias cuando vas a tener un bebé, hay un objeto en particular que la gente suele olvidar pero que resulta muy práctico.
Se trata de un humidificador —hace justamente lo que su nombre indica: agregar humedad al ambiente cuando el aire está seco.
Por qué usar un humidificador
Todos los veranos, al encender el aire acondicionado, se producen una serie de molestias que seguramente habrás notado:
- Resequedad de la piel
- Sequedad en las mucosas de la nariz, los ojos y la garganta
- Dificultad para respirar
Todos los inviernos, cuando comienza el frío —el frío de verdad— y usamos la calefacción, se tornan aún más pronunciadas estas molestias.
De hecho, en invierno, el aire frío es, de por sí, más seco. Si sumamos a esto la sequedad adicional que produce la calefacción, acabamos con los ojos rojos y dificultad para respirar.
Si tenemos gripe o un resfriado, las secreciones mucosas se tornan más espesas y, en consecuencia, más difíciles de expulsar.
Una solución sencilla y eficaz es la de usar un humidificador de sobremesa.
Beneficios de usar un humidificador en casa
Encender un humidificador para compensar la falta de humedad en el aire de casa ayuda bastante a aliviar las molestias causadas por la sequedad, ya sea por gripe, resfriado, aire acondicionado, o calefacción.
De hecho, uno de los beneficios indirectos de usar un humidificador es que se duerme mejor, ya que disminuye los despertares con la boca o la garganta seca para beber agua. Esto, a su vez, disminuye el número de despertares para ir al baño de noche.
Otro beneficio colateral es que ayuda a combatir la sequedad de la piel. Aún usando el mismo jabón y la misma crema, cuando el aire está seco, se produce mayor agrietamiento de la piel. Usar un humidificador ayuda a combatir la pérdida de humedad de la piel, a su vez haciendo que se agriete menos.
¿Los humidificadores dan calor en verano?
Existen diferentes tipos de humidificadores, unos emiten bruma fría y otros expulsan vapor (caliente). Los dispositivos más nuevos, ofrecen ambas funciones: un mismo humidificador hace bruma fría o vapor caliente.
Es más recomentable utilizar un humidificador de bruma fría en verano para no calentar la habitación innecesariamente. Por otra parte, los humidificadores en frío eliminan la posibilidad de que un niño pequeño se queme al tocarlos. De igual manera, es recomendable mantener el humidificador fuera del alcance del niño.
Formas naturales de aliviar la congestión respiratoria
De hecho, los médicos conservadores o poco intervencionistas alientan a sus pacientes a mantener una buena hidratación antes de recetarles mucolíticos.
Así que si estás embarazada e intentando reducir al mínimo la ingesta de fármacos, beber suficiente agua y tener al lado un humidificador te puede ayudar a "aflojar" los mocos. Al mismo tiempo, esto te ayuda también a mantener la hidratación de tus ojos, nariz, garganta y piel.
De igual manera, cuando se recetan mucolíticos, estos sólo logran su función de "licuar" los mocos para facilitar su expulsión si la persona está adecuadamente hidratada.
Para estar bien hidratada basta con beber suficiente agua, tener una dieta rica en frutas y verduras, así como mantener el ambiente de casa con un grado de humedad correcto.
Una ducha caliente —gracias al vapor que sale de ella— también puede ayudar a aliviar el malestar asociado a la gripe y a despejar las vías respiratorias.
Obviamente hay que secarse y vestirse rápidamente al salir de la ducha, preferiblemente estando aún dentro del baño para no perder el calor corporal.
Este truco de la abuela va genial porque de la misma manera en que las cebollas nos hacen llorar al picarlas, y aflojan la nariz, licúan también el resto de mocos al olerlas, facilitando su expulsión.
El detalle está en soportar el olor todo el día —o la noche— pero alivia bastante. Luego podemos aprovechar esas cebollas picadas con un buen caldo casero para preparar una deliciosa sopa de cebolla gratinada :)
Foto © Klaus Tiedge/Corbis
Louma Sader Bujana
Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.
Yo tengo dos humidificadores:uno en frio bastante grande en el salón y otro en caliente un poco más pequeño en las habitaciones. El problema es que la casa es dificil de "humidificar" toda entera y casi imposible mantener puertas cerradas mientras están los niños. Pero supongo que algo ayudan. Estos dias de bajo cero yo tengo la piel terrible, sobretodo las manos, hasta el punto de ir todo el día con unos guantes de vinilo para no tener que mojármelas ya que me escuezen con sólo mirarlas. Los peques están bastante bien, algo mocosos pero bien. En los peores día ayudo a los humidificadores colocando (sobretodo por la noche) en los radiadores toallas muy muy mojadas. Y si la situación ya es terrible (con 7 o más grados bajo cero varios días que se te secan hasta los ojos) hiervo la cazuela más grande llena de agua. Eso es muy eficaz pero hay que tener cuidado de no olvidarte que las puesto y también gasta mucha energia. Pero da un subidón importante al higrómetro de la pared.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que los humidificadores son de gran ayuda, sobre todo con los catarros tan comunes en estas épocas de frío. Y el truco de la cebolla también funciona bastante bien, lo malo es el olor!
ResponderEliminarUn abrazo!
Mi niño tiene la nariz tapada casi todo el tiempo y no duerme compre un humidificador frío pero ahora no se si necesito uno de aire caliente:/
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